Introducción
Actualmente los aviones cargan
grandes volúmenes de combustible altamente inflamable, esto dentro de una
estructura ligera y propensa a vibraciones. Estructura que carga también con motores
que expulsan gases extremadamente calientes continuamente, y, agregando un
sistema eléctrico complejo, con motores y relés que producen chispas, así como
radios y transmisores que emiten radiación electromagnética, tenemos un
ambiente adecuado para la producción de incendios. Pero gracias a los sistemas
de protección contra el fuego con los que se cuentan actualmente, los cuales
son muy efectivos, todos estos riesgos pueden prevenirse o corregirse durante
el vuelo.
Requerimientos para el fuego.
El fuego es el resultado de una
reacción química entre algún tipo de combustible y el oxígeno combinados con
una temperatura adecuada, cuando dicha reacción ocurre, una cantidad de energía
es liberada en forma de luz y calor.
Como se dijo anteriormente, para
que ocurra un fuego debe haber un combustible, oxígeno y la temperatura
suficiente, por lo cual, para extinguirlo, basta con reducir alguno de estos
tres elementos por debajo de la cantidad necesaria para la reacción. Por lo
tanto, la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego, o NFPA (por sus
siglas en inglés), ha categorizado cuatro tipos de fuego según el combustible
que los provoca, así como los agentes extintores con los cuales pueden ser
apagados, categorizándolos en:
- Fuegos Clase A: Aquellos fuegos donde el combustible consta de materiales sólidos como madera, papel o tela. Usualmente ocurren en las cabinas, tanto de pasajeros como de pilotos, por lo tanto, cualquier agente extintor puede ser útil y seguro para extinguir esta clase.
- Fuegos Clase B: Aquellos fuegos donde el combustible consta de materiales líquidos como gasolina, turbosina, aceite lubricante o líquido hidráulico. Usualmente ocurren en compartimientos del motor, y para extinguirlos es necesario un agente especial.
- Fuegos Clase C: Esta clase involucra aquellos fuegos producidos por equipo eléctrico-electrónico energizado, pueden ocurrir técnicamente en cualquier lugar de la aeronave y se debe tener especial cuidado al extinguirlos debido al peligro de un corto circuito o choque eléctrico.
- Fuegos Clase D: Por último, tenemos esta clase donde el fuego es provocado por materiales metálicos que pueden quemarse, como el magnesio, por lo cual ocurren generalmente en frenos y neumáticos, y se queman de una forma muy intensa, por lo tanto, está estrictamente prohibido utilizar agua para apagar este tipo de fuego, ya que sólo hará que la llama crezca.